Época: Transformaciones pol
Inicio: Año 1300
Fin: Año 1500

Antecedente:
Cristiandad e Islam a fines del Medievo



Comentario

La única novedad religiosa de cierta importancia en el mundo musulmán bajomedieval fue el mayor desarrollo de diversos movimientos místicos, fenómeno que, por cierto, también se da en las cristiandades latina y ortodoxa de aquella época difícil, aunque con diferentes características. La tolerancia hacia diversas formas de si´ismo ha podido favorecer el fenómeno, sobre todo en el Imperio otomano, donde, además, contaba también la exaltación religiosa del espíritu propio de los combatientes de la fe (gazíes), aunque el rigor de la ortodoxia sunní era también mayor, y más aun cuando se instaló en Irán la dinastía safaví: de todas maneras, los místicos o derviches de la orden de los Halveti gozaron de protección hasta mediados del siglo XV y posteriormente fueron tolerados.
El conservadurismo de la cultura intelectual se manifestó en una proliferación de enciclopedias que, al menos, favoreció la sistematización en los diversos campos: teología, derecho, filosofía, historia, geografía... Los autores trabajan a menudo indistintamente en unos y otros ámbitos, como sucede con al-Suyutí (muerto en 1505). El compendio del damasceno Ibn Taimiya (m. 1328) sobre cuestiones religiosas es un clásico utilizado aún en el mundo sunní. Entre los historiadores hay que recordar al menos a los egipcios al-Qalqasandi (fallecido en 1418) y al-Maqrizi (muerto en 1442), además de la obra excepcional por su capacidad generalizadora, propia de la teoría sociológica, del andalusí magrebino Ibn Jaldun, que murió en El Cairo. También magrebí, de Tánger, fue Ibn Battuta, el último de los grandes autores de relatos de viajes, que describió en su obra la experiencia propia sobre las rutas y pueblos africanos y asiáticos conocidos por los mercaderes musulmanes, puesto que las recorrió en el segundo cuarto del siglo XIV.

Dentro de aquel ambiente, en el que predominaba el mantenimiento de los modelos tradicionales, las creaciones arquitectónicas tuvieron importancia en determinados momentos y lugares. En el occidente islámico es el caso de Granada: La Alhambra, ciudadela palatina de la capital, se construye según modelos almohades pero con una impresionante y original capacidad estética y decorativa en sus principales recintos. Los otomanos, por su parte, admiraron el modelo de Santa Sofía y lo siguieron, con ánimo de mejorarlo, en las grandes mezquitas que construyen desde mediados del siglo XV en Estambul, Edirne y otras plazas. Antes, durante su época de prosperidad, los mamelucos egipcios habían importado modelos e inspiraciones iranias: mausoleos como el de Baybars (1262), palacios, mezquitas con cúpulas como la de Kalawun (finales del siglo XIII ) O la de Ka'it Bay, doscientos años después, con madrazas y hospitales anexos a ellas. Reflexión religiosa y jurídica, letras y artes, manifestaban al término de aquella época un evidente agotamiento de capacidad creativa pero también la riqueza enorme de la cultura formada en los grandes siglos clásicos del Islam.